Microbiota y Síndrome del Intestino Irritable (SII)

Si hay un grupo particular de trastornos que requieran intervenciones dietéticas estas serían las enfermedades del tracto gastrointestinal (TGI), que no solo son un motivo de consulta frecuente, sino que muchas de las más comunes tienen pobre respuesta al tratamiento farmacológico. Por este motivo, hay un creciente interés en emplear los suplementos nutricionales con fines terapéuticos, principalmente aquellos a base de probióticos, que contienen microorganismos viables en una cantidad suficiente para alterar la microflora intestinal.

 

Por una parte, el síndrome de intestino irritable (SII) es considerado un síndrome gastrointestinal funcional que se ha asociado con hipersensibilidad visceral, alteración de la motilidad del TGI, enfermedad postinfecciosa y comorbilidades psiquiátricas. Se le ha estimado una prevalencia mundial de 10%-20% con predominio femenino en proporción 3:2 en población adulta, con predominio de la variante mixta (diarrea y estreñimiento), asociado con un alto número de incapacidades médicas y restricciones en la actividad física.

 

No existe un tratamiento curativo y las opciones disponibles, que son paliativas y de soporte, están dirigidas al tratamiento de síntomas específicos que combinan los abordajes farmacológico, psicológico y dietético. Se ha observado que el tratamiento con probióticos, especialmente lactobacilos y bifidobacterias, disminuye el dolor abdominal y resulta en una mejoría global de los síntomas al restaurar el balance de la microflora intestinal, por su capacidad de unión al epitelio intestinal y producción de sustancias que inhiben la adhesión e invasión de microorganismos patógenos. Por otra parte, el nombre enfermedad inflamatoria intestinal (EII) se aplica a 2 enfermedades: la colitis ulcerativa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC). Ambas suelen afectar a adultos mayores y están relacionadas con la combinación de factores genéticos y medioambientales que alteran la regulación del sistema inmune. En la CU se presenta inflamación continua de la mucosa del colon y recto, con episodios de recaídas y de remisión; mientras la EC se caracteriza por una inflamación transmural que puede afectar todo el TGI en forma segmentaria, llevando en ocasiones a estenosis luminal y a síntomas obstructivos. Estas entidades conducen a múltiples discapacidades físicas, nutricionales e inmunológicas causantes de dolor abdominal, diarrea, sangrado rectal, fiebre, fatiga y pérdida de peso; con posible formación de abscesos, fístulas y estenosis intestinal. La microbiota intestinal tiene gran importancia en la patogénesis de la EII debido a la relación que existe entre la flora bacteriana y la tolerancia inmunológica del huésped, la integridad de la barrera mucosa, la angiogénesis y el adecuado desarrollo intestinal. Por lo anterior, la modificación terapéutica de la flora bacteriana con antibióticos o probióticos, y recientemente con prebióticos y simbióticos, podría tener un importante efecto. El propósito de esta infografía es realizar un acercamiento al consumo de suplementos nutricionales con base en probióticos como tratamiento de soporte en enfermedades gastrointestinales prevalentes, haciendo énfasis en SII y EII.

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Uso de probióticos en el síndrome de intestino irritable y enfermedad inflamatoria intestinal: una revisión de la literatura

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